viernes, 31 de julio de 2015

Prometí.

Prometí cambiar, pero aún sigo cometiendo errores, quizás aún mas detestables que los anteriores.

Prometí cambiar para poder ser merecedora de mejoras.

Y ayer por la noche, me encontraba tan feliz soñandote.

Soñandonos juntos otra vez.

Hilando la manera en la que habías logrado perdonarme después de todo, haciendote entender que aunque fue mi decisión, era en realidad una medida desesperada con la que buscaba alejarte de mí, porque quizás eras tu la persona ideal frente a la cual me descubriría por completo.

Sí, ese era tu destino a mi lado.

Y ayer por la noche, era feliz sabiendote de nuevo a mi lado. Sonriendo para tí.

Mi mente volvia a recrearte feliz, caminando de tu mano.

Y hoy recaigo en que no eh cambiado en nada.

En que las mejorías que me prometí para volver a tu lado son falacias, mentiras que tengo el gusto de acumular.

Entonces te vuelvo a ver, pero solo sabes alejarte.

¿Cómo llegaste a conocerme tan bien en poco tiempo?.

Prometí cambiar, pero nunca me enseñaron que significaba esa palabra.

domingo, 12 de julio de 2015

V.

Mareada,
Embebida aún en aromas de alcohol escribo estás palabras.

Entre tanto licor, color y humo pude recordarte
No cómo eras, sinó lo que fuimos
Recordaba que pudimos ser una sombra de lo que alguna vez soñaste

Que podríamos estar allí juntos
Perteneciendonos entre nosotros
Perteneciéndole al mundo.

Pero eso ya es pasado
Y nadie vuelve sobre sus pasos
Al menos, no nosotros.

Y de todas las maneras en las que mi cabeza ideo nuestro reencuentro
La vida invento una nueva y la recreo pésimamente.

Tu ibas por el lado externo de la acera
Y yo caminaba en sentido contrario
Como las tantas veces en las que fuí a tu encuentro.

Pero esta vez cada quien paso de lado
Como ingnorano ese pedazo de espacio cercano
Apestando en autoestima e importancia.

lunes, 6 de julio de 2015

Golpe

¿Por qué simplemente no clavas un puñal y me dejas desangrando?
¿Por qué no me dejas partir?.

Me estás castigando con rechazos,
por haber rechazado mi destino en su momento.

Sí es así, puedo anunciarte que no sirvo para aguantarlo.
Ya no puedo seguir acumulando ese peso en mis hombros.

Siento que cada vez me acerco más y más a mi límite.
¿Por qué me arrastras hasta allí?.

Deja de trastocarme y apunta a matar.


viernes, 3 de julio de 2015

Otro viernes.

El día empezaba mas frió de lo común, el cielo nublado y una continua y fuerte brisa también se animaron a acompañarlo.

La tarde se anunciaba decaída, pero el gran clímax siempre ocurre a la noche.

Las decisiones ya han sido tomadas, ya todo está dicho y ese vacío vuelve a pesar en el alma.

Otra vez arrinconada, acompañada solo por vibrantes preocupaciones carcomiendo la cabeza.

Y justo esta mañana pensaba turbada -mientras tomaba prestada a mi vieja guitarra amiga Petunia- que algo ya no era lo mismo, que las canciones sonaban diferentes, sin brillo, que el sonido era vacio.

La vida es tan puñalera.

Y ese extra de padecimientos me los cargo en una sola cuota fulminante, como para que las melodías no pierdan sustancia.

Sí, la vida es irónica, y jodida a la vez.
Bipolar surgiendo a la vista.

Estas llagas en piel viva, no avisoran un aprendizaje para sanar.
Lo que si mejora es mi manera de afrontarlas.

Duele, pero turba menos mis sentidos, pues entiendo que ese centro roto y maltrecho no necesita de más añadidos.

El padecimiento solo es corporal, porque el alma ya está muy podrida por dentro y no lo puede notar.