Prometí cambiar, pero aún sigo cometiendo errores, quizás aún mas detestables que los anteriores.
Prometí cambiar para poder ser merecedora de mejoras.
Y ayer por la noche, me encontraba tan feliz soñandote.
Soñandonos juntos otra vez.
Hilando la manera en la que habías logrado perdonarme después de todo, haciendote entender que aunque fue mi decisión, era en realidad una medida desesperada con la que buscaba alejarte de mí, porque quizás eras tu la persona ideal frente a la cual me descubriría por completo.
Sí, ese era tu destino a mi lado.
Y ayer por la noche, era feliz sabiendote de nuevo a mi lado. Sonriendo para tí.
Mi mente volvia a recrearte feliz, caminando de tu mano.
Y hoy recaigo en que no eh cambiado en nada.
En que las mejorías que me prometí para volver a tu lado son falacias, mentiras que tengo el gusto de acumular.
Entonces te vuelvo a ver, pero solo sabes alejarte.
¿Cómo llegaste a conocerme tan bien en poco tiempo?.
Prometí cambiar, pero nunca me enseñaron que significaba esa palabra.