¿Por qué simplemente no clavas un puñal y me dejas desangrando?
¿Por qué no me dejas partir?.
Me estás castigando con rechazos,
por haber rechazado mi destino en su momento.
Sí es así, puedo anunciarte que no sirvo para aguantarlo.
Ya no puedo seguir acumulando ese peso en mis hombros.
Siento que cada vez me acerco más y más a mi límite.
¿Por qué me arrastras hasta allí?.
Deja de trastocarme y apunta a matar.
lunes, 6 de julio de 2015
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Aloha!