sábado, 27 de junio de 2015

Familiar

Hoy hay fiesta en casa de Paty, es cumpleaños de su esposo.

Hay que lavarse la cara y ponerse el disfraz de fiesta, ese que tiene la sonrisa multicolor y una elegancia nocturna, sí ese.

Guardemos todas las tristezas y nostalgias bien adentro de la mochila aventurera.

Vamos a sonreir y prestar atención a la cháchara a media luna.

Bebamos, esbocemos una sonrisa y sigamos coversando.

Cantemos, bailemos y embriaguemonos en el sudor de las estrellas.

Para que al caer las luces, retiremos y doblemos el traje.

Que acomodado al pie de la cama esperará volver a salir de fiesta, mientras toda las decepciones y soledades vuelven a sentarse en nuestra mesa.

viernes, 26 de junio de 2015

Clima

Es bastante singular como puedo pasar de estados bastante taciturnos a extremos felices y vibrantes.

Me gustaría admitir que tengo un transtorno bipolar, pero sería una cochina mentira, mentiras que me gusta hilar para justificar mi errático comportamiento.

Y bueno, mientras tanto intentaré disfrutar de mi noche soleada, luego de la tormenta que arraso conmigo esta tarde.

Este clima hormonal es para locas.

Viernes 26.

Esta es la ultima vez que me doy la licencia de caer en total abandono.

Traté, traté con todas mis fuerzas y no lo logré.

Fallé.

Fallé y ¿qué?.

Comprendí entonces que si vuelvo a pasar otro mes en este estado voy a caer en un depresión profunda.

No me queda más que cambiar de rumbo.

Ya estoy acostumbrada.

Justo cuando creo que puedo acomodarme a algo, justo cuando creo que tal vez este pueda ser mi lugar en el mundo, lo pierdo y solo me doy de tumbos con puertas cerradas cuando trato de recobrarlo.

Pues bien, ya lo entendí.

Ese destino que sigo arañando y trato de mantener entre mis manos, no era para mí.

Voy a tragarme mi orgullo, voy a sorber mis lágrimas y voy a empezar de nuevo.

Sí, eso voy a hacer.

Recuerda este día mundo, porqué este día me tumbaste abajo.

¿Para que vamos a hablar de cosas que ya no existen?.

Qué mal me hace recordar.

Puedes venir con todo, mofate junto a tanta persona conocida encuentres.

Hazlo, eso puede servir para reconfortarme.

Eso hará que entienda que este mundo es esa clase de miseria de la que la gente siempre habla.

Y que vivir con el corazón roto es más que una normalidad. Es un derecho humano.

miércoles, 24 de junio de 2015

Nebraska

Creo que ando en una racha de películas sentimentalonas.

Hoy tocó NEBRASKA.

La película narra la travesía de un alcóholico padre muy entrado en años quién viaja acompañado por su hijo rumbo a cobrar un premio de un millón de dolares -tretas enviadas vía mail como medio publicitario engañoso- hasta Nebraska.

Me recordó mucho a mi abuelo, mi caballero cojeante, mi girasol eterno.

El también fue alcohólico gran parte de su vida adulta. Esto sirvió como ejemplo para que la mayoría de sus hijos varones siguieran sus pasos.

Aquí detallo entonces otra faceta personal -otra vez-.

Mi madre, bueno esencialmente todas mis tías maternas enrealidad, no han sido apegadas a su padre fundamentalmente por su alcoholismo.
Este vicio hizo que mi abuelo descuidara bastante a sus hijas, por lo que cultivó justificado resentimiento en ellas.

Hoy en día la cosa es diferente, es el único padre vivo que tienen por lo que todos lo tienen presente, aunque nunca tanto como se quisiera.

Su compañía es de las pocas que me sosegan, su figura, voz y dentadura son reliquias en días de intranquilidad.
Sus arrugas y su sonrisa son mi sol.

No puedo imaginarlo alcoholizado y errático en su actuar.

Aunque puede similarse a mis tios ebrios, terqueando con todo, siendo groseros y patanes.

Quizás, pero huyó de esos pensamientos porqué lo tengo idealizado.

Yo tengo algo de ese gen botellero.
No tomaré semanas completas, pero hubo un tiempo donde la bebida era mi única escapatoria a problemas agobiantes, a ese pasado que aún cargo en hombros.

Lucho, lucho siempre para no recaer.
Pero la realidad no me la hace fácil.
Ella solo sabe sumarme tristezas.

Hay carajo, no quiero volver a ese juego. No again.

Intensamente.

Me puse bien triste y pensativa viendo una pelicula en el cine.

INTENSAMENTE.

Me recordó las tantas veces que me entraban ganas locas de largarme de casa por problemas con papá. Ideas que tengo hata ahora y que controlo mejor poco a poco.

Yo debo tener un isla músical que se ha caido y reconstruido demasiadas veces. La primera vez que incursioné en esos rumbos mi madre nego rotudamente alguna oportunidad, desde entonces escondo aficiones relacionadas a ese tema. Eh mejorado mucho, pues ya hasta canto con naturalidad -pero bien bajito- en presencia de mamá o papá, pero es mi eterno sueño frustrado, el sueño de nunca acabar.

Tengo ese recuerdo bonito de cuando era niña y me la pasaba hablando sola, siempre buscando nuevas palabras para mi vocabulario y cosas así.

Entiendo que era feliz, pero en alguna forma diferente a mi felicidad actual.

Recuerdo mis incontables lágrimas, vivía odíandolas porqué papá las odiaba.

Supongo que gran parte de mis problemas viven atados a la relación con mi padre.

Sus gritos, su intolerancia, su impaciencia, su dictadura y demás.

Y sí, quizás de niña hubiese dado lo que fuera por un abrazo suyo, lo que fuera saben, y ahora de solo pensarlo gotas salen de mis ojos.

Pero esa era otra de mis ilusiones, de esas que no me canso de crear.

Aquella niña se ve tan feliz y calmada al ser abrazada por sus padres, que me hace envidiarla. Yo también quería padres así, padres frente a los que no tuviera que aparentar ser fuerte, ni ideal, ni modelo, padres que me aceptarán con mis carencias y dolores.

No los tengo hasta ahora.

Soy yo la única que trasluce cual vidrio sus sentimientos, y abraza y ríe fuerte y canta, pero siempre llora a escondidas.

Y ahora puedo ser un rayito de luz para todos, pero nadie lo es para mí.

Recuerdo aún aquella tarde de sábado en el colegio secundario, nos preparábamos para confirmar nuestra religión católica por lo que parte de la preparación consistía en asistir a una sesión con nuestros padres. Las dinámicas con ellos fueron tan embarazosas porqué tenía a dos extraños y a mi hermana al lado mío.

Son mis padres, pero son unos completos extraños para mí. ¿Raro?, para nada.
El clímax llego en dos momentos: al escribir una carta a uno de ellos y al hacer una remebranza a nuestra niñez de manera grupal y al lado de todos los asistentes a la charla.

Me tocó escribirle a mamá y amé esa suerte, por qué nunca habría hilado palabras para papá. A ella agradecí su paciencia y amor y ya tenía el corazón en la mano.

En la reunión grupal la disposición era esta: mamá, papá, mi hermana, yo, un padre x al lado de su hija x.
Nos puesieron un video bastante sentimentalon y empecé a llorar -como era de suponerse-, pero no era la única, gran parte de hijas también lloraban y eran consoladas por sus padres. Mamá -que era la mas alejada- trataba de averiguar si estaba bien, por lo que corrió la pregunta pasando por papá hasta ser susurrada por mi hermana: ¿Estás bien Mary?.
¡sí estoy bien!- respondía con la voz entrecortada y toda la cara cubierta de lágrimas, pero mi mirada estaba fija al frente, para que "nadie lo notara".

Me estaba muriendo por dentro y ellos preguntaban si estaba bien.

¿No podían solo abrazarme y decirme que todo iba a pasar?.
Pero solo pude escuchar la mofa de papá, como siempre burlándose y asqueandosé de esa agua salada.

Reacción inmediata: tragar saliva, pasarme somera y disimuladamente la mano en la cara para borrar lágrimas y mostrarme tranquila y callada.
Siempre luchando contra todas esas tristezas,  siempre.

Acabo de desbordar bastantes cosas personales, suficiente por esta noche, o no?.

lunes, 22 de junio de 2015

Play


Otra historia que comienza con el play de una canción.

¿Qué mas puedes hacer en casi seis meses de desempleo?.

¿Qué más haces?.

Escucho las letras, y logro entender y hasta justificar el hecho de que las personas jueguen a ser adictas.

Adictas a cualquier cosa, pero en especial a las drogas, al alcohol.

La canción me tienta.

El vicio me llama.

Suena tan bien escapar de esta realidad.

Me imagino mareada, perdida entre luces intermitentes e imágenes borrosas.

Llena de brumas y sombras.

Y en ese instante terminar desconectandote del mundo.

Y ser feliz por solo un minuto.

Un eterno minuto.

¿No te tienta a ti también?.

Mi estúpida vida se pude mover entorno a una botella y todo estaría bien.



El problema de turno es el trabajo, pero le hacen cola, el amor, la soledad y la libertad.

Siempre habrá un problema de turno en el cual pueda hundirme en miserias.

Siempre.

Sigo tentada.

Siempre.



Hoy solo imagina, pues pronto mataremos la curiosidad.